miércoles, 24 de abril de 2013

Esperanzas, ilusiones insensatas.

Se supone, que cada vez que das algo lo haces desinteresadamente, sin la necesidad de obtener algo a cambio,pero eso es una farsa,siempre el que da amor lo único que espera es amor y el que se sube al ring, lo único que espera es recibir los madrazos. Siempre esperamos algo, ya sea a que llegue la mañana, o que llegue la hora de la comida, tal vez a que llueva, que alguien te apoye de la misma manera que tú lo haces con esa persona, a que alguien tenga un detalle contigo, a que a alguien le interese saber que es de tu vida, a que alguien regrese si se ha ido, a que alguien sienta o piense lo mismo que tú,a que llegue alguien que sea capaz de estremecerte, a que las personas que están a tu alrededor sean dichosas, a que las cosas te salgan exactamente como las planeas, etcetera... etcetera. Dicen que la esperanza en ocasiones es peligrosa porque puede volver locas a las personas, tal vez sea verdad porque cuando no llega aquello que tanto esperas, entristeces, te enojas, te frustras, te descepcionas, dudas, te alegras, en fin, enloqueces, y es aqui donde entra la cotradicción, por un lado tienes algo en que creer y por otra parte sabes que no sirve de nada el delirio de aferrarnos a algo incierto.

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